Con el endurecimiento de los préstamos, y la dificultad de obtener crédito, a muchas personas les resulta casi imposible obtener una nueva hipoteca. Por eso mismo, para muchas personas la reforma de su piso sigue siendo una mejor opción que mudarse.
Piense en lo siguiente: hay varios millones de hogares en la provincia de Barcelona. A medida que estos millones de viviendas se hacen viejas, su mantenimiento, reparación, rehabilitación y reforma serán necesarios.
Con el calentamiento global, la necesidad de tener una casa energéticamente eficiente empieza a ser una prioridad, tanto para la comodidad personal como para su reventa. Cuestiones como tener un buen aislamiento, ventanas eficientes que no pierdan energía y una calefacción / aire acondicionado integrados son cada vez más necesarias.
La necesidad de reparar los tejados de las fincas o de otros elementos que están en mal estado y otras mejoras de sus viviendas que los propietarios tendrán que hacer. La conclusión es que el trabajo que hay que hacer por lo general se hace y en Barcelona hay miles de fincas en un estado ruinoso que necesitan mantenimiento, rehabilitación y reforma.
Una reforma no se hace sólo para aumentar el valor del inmueble, a menudo la reforma de un piso o casa tiene un origen emocional. El hogar es un lugar muy personal y refleja nuestra personalidad y su diseño nuestra forma de vida.