Aislar Aislamiento Térmico Acústico en Paredes y Suelos

Ser propietario de un piso o de una casa es una responsabilidad, ya que es el lugar donde vive nuestra familia y debe estar habilitada para que la vida transcurra sin dificultades. La ciudad de Barcelona, al igual que otras ciudades de España, se caracteriza por la antigüedad de sus edificios. No es raro encontrar en el distrito de Ciutat Vella fincas con varios siglos de existencia. Incluso otros barrios más "modernos", como el Eixample, están repletos de edificios que tienen cerca de un siglo de vida. Muchos de los pisos de estos barrios están llenos de deficiencias estructurales y de incomodidades impropias del siglo XXI. Carecen, por ejemplo, de aislamiento térmico y acústico adecuados, y es bastante habitual encontrarnos pisos antiguos donde se escuchan todas las pisadas y conversaciones de nuestros vecinos del piso de arriba, o del piso de al lado. Por supuesto, si el invierno viene duro muchas de estas viviendas se convierten en auténticos frigoríficos, puesto que sus paredes maestras, ya tan envejecidas, se llenan de humedad y no evitan el paso del frío. Lo mismo se puede decir de las ventanas existentes en estos inmuebles, en muchos casos ventanas de madera medio carcomidas, rotas, que no encajan bien, y con unos cristales finos como el papel: no suponen ningún impedimento al paso del frío. Los propietarios suelen ser personas mayores que cobran pensiones insuficientes para mejorar sus viviendas. De esta manera, no podemos más que elogiar las ayudas que algunas administraciones públicas llevan años dando para mejorar el aislamiento térmico de las viviendas de sus ciudadanos. Por ejemplo, véase el Plan Renove de Ventanas de la Comunidad de Madrid, que está encaminado a que todas las viviendas de Madrid tengan ventanas con cristales dobles reforzados, y que ahorran a los propietarios cientos de euros en sus facturas de aire acondicionado y calefacción, además de contribuir activamente a luchar contra el cambio climático.

En estos momentos existen materiales ultrafinos de última generación que proporcionan un aislamiento térmico y acústico excelente. Al hacer una reforma, estas placas se instalan en paredes y suelos y nos proporcionan un confort que no tiene fecha de caducidad. Al decantarnos por estas soluciones, la reforma de nuestro piso cuesta un poco más, pero es un precio que realmente merece la pena pagar. Si no contamos con mucho dinero, a nuestro entender es mucho más importante -por ejemplo- invertirlo en aislar nuestra vivienda que en poner una cocina de lujo.